Algunos presuntos miembros del colectivo HLGP (Hijos de La Gran Puta), han destrozado y saqueado, estos días de Filomenas nevadas y gélidos hielos, una cantidad incontable de vehículos varados en las carreteras y calles de los barrios periféricos y de la capital.
Un grupo de personas, que al parecer no son del barrio Salamanca, han reventado autobuses del servicio público por el placer de hacer daño, sin obtener por ello beneficio alguno. Han destrozado la puerta trasera de un camión de veinte toneladas de alimentos llevándose su contenido.
Los videos del vandalismo, a los imbéciles, se les ha ocurrido subirlo a la red TIK TOK para presumir ante otras pandillas y dar envidia e indicarles el camino a seguir.
Estos salvajes e incultos energúmenos, amparados en la libertad del libertinaje, son libres para okupar, destrozar y violar la convivencia ciudadana sistemática impunemente.
Intuyo, digo, que no han sido los empresarios del barrio Salamanca, esos que pagan 20.000, 30.000 euros mensuales de alquiler de sus locales a los que no obligan a nadie entren a comprar.
A los profesionales cualificados (notarios, abogados, oculistas, dentistas, etc.) tampoco los veo sacando sus vehículos “cienmileuristas” del parking para ir a destrozar y robar a la mayoría de los coches en cuyo espejo retrovisor hondea la bandera de España con la medida de la Virgen del Pilar, incitando a estos vándalos por presumir de ser españoles y católicos.
Tampoco veo al personal sanitario al termino de su larga jornada laboral, coger su medio de transporte e ir a cometer delito alguno.
¡Hay tanta gente a la que no veo y tanta a las que os veo!
¡Qué rentable os sale el voto!
Por cierto, creo que han subido el recibo de la luz para encarecer la marihuana.
