Prepararnos para una intervención quirúrgica y en especial para una operación de columna es necesario tanto física como anímicamente. Lo normal es que nos surjan muchas dudas ante un procedimiento desconocido para nosotros y del que pueden derivarse complicaciones.
A una determinada edad la ansiedad aumenta al ser conscientes de que nuestras condiciones físicas son peores a la hora de afrontar la intervención y el proceso de recuperación. A esto hay que sumarle el miedo al dolor que pueda aparecer como consecuencia de la intervención.
Los médicos somos conscientes de los miedos a los que se enfrenta el paciente y por eso, antes de cualquier intervención, recomendamos seguir una serie de pautas. Estas no harán que desaparezcan por completo, pero si conseguiremos que esos miedos se reduzcan y que, por tanto, disminuya la ansiedad con la que se suele afrontar el proceso.
¿Cómo debemos prepararnos para un cirugía de columna?
1.- En primer lugar, tenemos que realizar un preoperatorio correcto y exhaustivo. Se deben hacer todos los exámenes médicos necesarios para poder descartar patologías ocultas. Muchas veces estos exámenes nos ponen de manifiesto problemas que el paciente desconocía como la tensión alta, colesterol o glucosa en sangres, parámetros que es necesario estabilizar antes de la intervención.
2.- Controlar el peso en las semanas previas a la intervención quirúrgica. A veces será necesario seguir una dieta para adelgazar porque las cirugías se complican con mayor frecuencia en pacientes obesos, además el sobrepeso dificulta la recuperación en las intervenciones de columna, sobre todo en personas mayores.
3.- Dejar de fumar. Se ha demostrado que el tabaco retrasa la cicatrización y puede causar infecciones respiratorias postoperatoria. En edades avanzadas con más motivo porque nuestros pulmones y vías respiratorias están más desgastados.
4.- Hacer una lista de los medicamentos que estamos tomando para que el especialista valore si debemos seguir tomándolos de cara a la intervención. Los que alteran la coagulación deben suspenderse con suficiente antelación antes de la operación.
5.- Despejar las dudas que tenga el paciente sobre todos los aspectos relacionados con la intervención. Por eso, en Instituto Clavel el paciente es informado tanto por el médico como por el departamento de enfermería y administración.
Prehabilitación
Además, en ocasiones en recomendamos hacer “Prehabiltación” es decir realizar una sesiones de rehabilitación previas a la intervención.
Realizar una serie de ejercicios guiados por un especialista en fisioterapia que refuercen la musculatura facilitará llegar en mejores condiciones físicas al quirófano. La prehabilitación puede estar también enfocada a prepararnos mental y psicológica. A veces será necesario realizar los dos tipos de prehabilitación que también puede enseñarnos cómo tenemos que afrontar el dolor post operatorio.
Una vez que llega la fecha de la intervención
1.- Evitar dietas pesadas las 48 horas anteriores a la intervención.
2.- Cumplir las pautas que nos marquen desde la consulta siendo estrictos con las horas de ayuno.
3.- Aportar aquellas pruebas que se nos soliciten.
4.- Ducharse con jabón el mismo día de la intervención. Los rasurados se suelen realizar en el hospital a no ser que se le indique lo contrario.
La familia puede ayudar mucho antes y después de una intervención ayudando al paciente a disminuir el estrés y en aquello para lo que el paciente necesite contar con ellos. Es importante que los familiares no trasladen al paciente la tensión que ellos mismos puedan sentir. En el Instituto Clavel hablamos y entrenamos con frecuencia a las familias de los pacientes que vamos a intervenir, preparando así también su entorno.
Cada operación de columna es diferente, por eso es importante que el paciente conozca a qué se enfrenta en el quirófano y en el postoperatorio. Llegar preparados física y anímicamente al quirófano, disminuye las posibilidades de tener complicaciones y acelera el proceso de recuperación.
Dr. Ignasi Catalá
Neurocirujano y subdirector del Instituto Clavel
