Claves del cuidado de los tulipanes

Los tulipanes naturales son un acierto en cualquier ocasión. De hecho, el tulipán es la tercera flor más vendida del mundo, solo superada por las rosas y los
crisantemos. Pero, ¿su cuidado es complicado? ¿Dónde está su origen? Conocemos todos los detalles.

 

Aunque es posible comprar tulipanes fuera de temporada, la mejor época para regalarlos suele ser entre los meses de febrero y mayo, ya que estas plantas florecen desde finales de invierno hasta bien entrada la primavera. Según los expertos de Interflora, el cuidado de estas flores tan especiales, no es muy complicado.

La floración de los tulipanes se da en los meses de marzo y abril, aunque se trata de
flores resistentes al calor, algunas variedades duran hasta el otoño. Para obtener una floración perfecta durante estos meses es necesario tener algunas precauciones. Primero necesitas conocer bien las características del bulbo.

Para un correcto cultivo de los tulipanes, los expertos recomiendan almacenar los bulbos en un lugar oscuro y seco, de lo contrario comenzarán a crecer prematuramente. Después de la floración, los bulbos deben retirarse de la tierra y limpiarse suavemente, dejarse secar al aire durante dos o tres días y luego almacenarse en bolsas de papel en un lugar protegido de la luz solar hasta el otoño siguiente.

Plántalos en otoño

Conviene plantar los bulbos en los meses de otoño. Generalmente, la planta de tulipán necesita un suelo que no esté demasiado fertilizado, quizás con una capa de arcilla que ayude a la hidratación, y colocar los bulbos directamente en el florero.

Una precaución necesaria para obtener hermosas flores durante la primavera es prestar especial atención a la humedad de la tierra en la que se dejan los bulbos. Esto asegurará que las flores crezcan de la mejor manera.

Los tulipanes son flores amantes del sol y la luz, por lo que no necesitan áreas muy sombreadas. En los jardines lo mejor es elegir un lugar soleado. Evidentemente en los días más calurosos habrá que resguardarlos del sol, que podría quemar las hojas. Además, no necesitan mucha agua: los tulipanes aman la tierra húmeda cuando florecen, pero recibir demasiada agua podría dañarlos. Se pueden regar cada cinco días a menos que haya períodos de sequía severa.