El envejecimiento podría comenzar en la fase embrionaria, según un estudio de la Universidad de Granada.
El envejecimiento no sería un proceso exclusivo de la vida adulta, sino que podría iniciarse en las primeras etapas del desarrollo embrionario. Así lo sugiere una investigación de la Universidad de Granada (UGR), publicada en la revista Nature Communications, que abre un nuevo paradigma en biomedicina.
El trabajo, liderado por el grupo Memoria epigenética en enfermedad del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular II, ha identificado un papel desconocido de la proteína BMAL1, hasta ahora vinculada principalmente a la regulación de los ritmos circadianos.
El hallazgo refuerza la idea de que el envejecimiento comienza mucho antes de lo que se creía, incluso en fases tempranas de la vida embrionaria. Además, demuestra que proteínas tradicionalmente asociadas al reloj biológico pueden desempeñar funciones críticas para la estabilidad del genoma y la identidad celular.
Una función protectora del genoma embrionario
Los investigadores han descubierto que BMAL1 actúa en embriones de ratón como “guardián del genoma”. En colaboración con la proteína TRIM28, consigue mantener bajo control a los retrotransposones, fragmentos de ADN capaces de moverse por el genoma y alterar su estabilidad.
Cuando BMAL1 está ausente, estas secuencias se activan de forma masiva, lo que provoca cambios en la organización tridimensional del ADN y afecta al funcionamiento de las células embrionarias. Este fenómeno estaría relacionado con el envejecimiento prematuro previamente observado en ratones carentes de esta proteína.
“BMAL1 ejerce una función protectora esencial durante el desarrollo embrionario, independiente de su papel en el reloj circadiano”, señala Amador Gallardo, primer autor del estudio.
Por su parte, David Landeira, investigador principal y responsable del trabajo, apunta que este mecanismo “podría estar en la base del envejecimiento acelerado observado en modelos animales mutantes para el reloj circadiano, y potencialmente, en la aparición de enfermedades humanas relacionadas con la edad”.
Colaboración internacional
La investigación contó con la participación de centros nacionales e internacionales como el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona, el CSIC-IPBLN en Granada y el CONICET-INTECNUS en Argentina. El proyecto se desarrolló en el marco del Centro de Genómica e Investigación Oncológica (GENYO) y del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA).