En vacaciones es muy importante mantener las pautas de medicación. De ahí que sea esencial prepararla correctamente.
Con la llegada del verano y las ansiadas vacaciones, es habitual que nuestras rutinas cambien. Sin embargo, esos cambios también pueden afectar negativamente a la toma regular de medicamentos, algo especialmente importante si se sigue un tratamiento crónico.
No tomar la medicación como está pautada puede empeorar la enfermedad, aumentar el riesgo de recaídas y, en muchos casos, llevar a efectos secundarios o incluso hospitalizaciones. Además, se estima que esta falta de adherencia cuesta al Sistema Nacional de Salud más de 11.000 millones de euros cada año.
Consejos antes de salir de viaje
Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos se recomienda seguir estos pasos antes de irte de vacaciones:
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Planifica con antelación: Revisa los días que estarás fuera de casa y asegúrate de llevar toda la medicación necesaria. Si viajas al extranjero, lleva una cantidad extra por si hay imprevistos.
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Organiza bien tus tomas: Como en vacaciones los horarios suelen cambiar, puede ayudarte poner alarmas o recordatorios en el móvil o usar alguna aplicación que te avise cuándo tomar tu medicación.
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Lleva siempre una dosis contigo: Por si surge cualquier contratiempo, es útil tener una o dos dosis encima. Eso sí, ten en cuenta si algún medicamento necesita conservarse en frío o en un lugar fresco.
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Cuidado con el calor: No dejes nunca la medicación dentro del coche al sol. Siempre guárdala en su envase original y mantenla en un lugar fresco.
Estar bien informado es clave para cuidar de nuestra salud. Por eso, también es importante conocer qué alimentos o bebidas pueden interferir con los medicamentos. Por ejemplo, el zumo de pomelo, algunos lácteos o el alcohol pueden reducir su efectividad o aumentar los efectos adversos.
No bajar la guardia el resto del año
La adherencia a los tratamientos es un reto durante todo el año. Se estima que solo el 50% de los pacientes sigue correctamente sus tratamientos, y en enfermedades como la hipertensión o la diabetes, esta cifra es aún más baja.
El problema se agrava con enfermedades “silenciosas”, como la hipertensión, donde muchas veces no hay síntomas visibles. Esto hace que sea más fácil olvidar las tomas o pensar que no es tan importante.
¿Cómo puede ayudarte tu farmacia?
Las farmacias juegan un papel esencial para ayudarte a mantener tu tratamiento correctamente. Algunos servicios que ofrecen:
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Información personalizada sobre tu medicación: Para resolver dudas y asegurarte de que sabes cómo tomarla bien.
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Seguimiento del tratamiento: El farmacéutico puede ayudarte a detectar si estás teniendo dificultades y darte soluciones.
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Sistemas personalizados de dosificación (SPD): Son pastilleros organizados por días y horas, preparados por el farmacéutico, que facilitan mucho el seguimiento del tratamiento, sobre todo si tomas varias pastillas. Suelen prepararse para dos semanas y ayudan a evitar olvidos y errores.
En resumen: disfrutar del verano y cuidar tu salud son perfectamente compatibles. Solo necesitas una buena planificación y apoyarte en tu farmacia de confianza. No dejes que un despiste arruine el esfuerzo de todo el año.