La famosa canción de Ricardo Ceratto dice que “…el sol nace para todos, y se entrega con amor, no distingue las fronteras, ni las razas ni el color…”. El sol nace para todos, y para todos incluye a las personas con capacidades diferentes, movilidad reducida y personas mayores. Lo que lleva a reflexionar que es imperativo lograr que, no solo en España sino en todo el mundo, las playas se conviertan en un espacio de ocio accesible para las personas con movilidad reducida.
La importancia del incremento de playas accesibles
Muchas de las playas de España, están fuera del alcance de los usuarios de sillas de ruedas. Sin embargo, es importante destacar los esfuerzos de cada una de las comunidades autónomas, especialmente aquellas en la que el turismo de playa es primordial, para llevar adelante iniciativas que conviertan la actividad turística en un turismo accesible, es decir, un turismo para todos.
La Comunidad Valenciana es un ejemplo del esfuerzo y del trabajo que conlleva la realización y ejecución de un plan de playas accesibles de la GVA, para que todos puedan disfrutar del sol, la arena y el mar, ya se trate de personas con capacidades diferentes o de personas mayores con movilidad reducida.
Se trata de playas que cuentan con aparcamientos reservados, rampas y pasarelas especiales para sillas de ruedas, lugares con sombra, cabinas adaptadas y personal de apoyo. También están a disposición de las personas que lo necesiten sillas y muletas anfibias que les permiten a las personas mayores con problemas de movilidad, un acceso al agua, que de otra manera les resultaría imposible.
La comunidad valenciana logró poner a punto ochenta playas accesibles para personas con movilidad reducida, y de esta manera, más de cuarenta y cinco mil personas con movilidad reducida pueden disfrutar cada año del mar y la playa. Estos lugares se enfocan en crear espacios sin fronteras físicas, ya que no solamente facilitan la movilidad sino que además adecuan las infraestructuras para que todas las personas puedan tener libre acceso. El equipamiento disponible en las playas accesibles está comprendido por arneses, sillas de ducha, servicios adaptados y sillas y muletas anfibias, además de personal entrenado para brindar atención a las personas con movilidad reducida.
Las personas mayores, que tienen problemas para movilizarse en forma independiente, tienen derechos. Derechos a disfrutar del mar y de la arena. Derecho a disfrutar de momentos de diversión junto a sus familiares, sin por ello, tener que convertirse en una carga para ellos.
Por eso, siempre son bienvenidos este tipo de esfuerzos de las autoridades de las comunidades autónomas, donde se busca la igualdad de derecho ante todo.
Según la Organización de las Naciones Unidas, uno de cada diez habitantes del planeta tiene setenta y cinco años. Y sus facultades mentales están plenas. Es un sector amplio de la población, al que no se le pueda dar la espalda, al que se le debe garantizar el acceso a lugares de ocio como las playas. Es responsabilidad de la sociedad civilizada que las personas mayores con movilidad reducida, puedan ocupar espacios para no ser simplemente espectadores pasivos, ya que no solo tienen derecho a la protección social, sino además a disfrutar plenamente de espacios naturales como la playa.
Entre los principios a favor de las personas mayores o de la Tercera Edad, la Asamblea General de las Naciones Unidas, dictaminó que debía asegurarse el acceso a los recursos educativos, culturales, espirituales y recreativos, y no se debe claudicar en el intento por conseguirlo.
Entonces, solo queda pensar que el desafío de la sociedad del siglo XXI será transformarse en una sociedad accesible, en la cual todos los ciudadanos, niños, adolescentes, adultos y mayores, con o sin movilidad reducida, tengan las mismas oportunidades de disfrutar de la naturaleza. Promover la accesibilidad es vital para llegar a la igualdad de oportunidades, si se tiene en cuenta que la esperanza de vida es cada día mayor, pero que al mismo tiempo cada vez más personas mayores están con movilidad reducida.
Playas accesibles, el primer paso para lograr la igualdad de oportunidades
Como comentan de la ortopedia Kaldevi, hay personas mayores que por problemas de movilidad o accesibilidad, les resulta imposible disfrutar de la playa. Alrededor de seis mil personas disfrutan de las playas accesibles de Valencia durante la época estival. Esto significa que las personas mayores con movilidad reducida desean disfrutar de la playa, de los baños en el agua del mar y de poder descansar al sol, mientras sus nietos se divierten en la playa.
Los veranos accesibles deben ser una realidad. Poner un plan tan ambicioso en marcha no es una tarea sencilla y requiere del esfuerzo de las autoridades, ya que el material, las sillas anfibias, por ejemplo, necesitan mantenimiento. Lo mismo en el caso de los monitores, las personas encargadas de prestar auxilio a las adultos con la movilidad reducida, ya que a pesar de sus esfuerzos, y frente al incremento de la afluencia de personas a la playa, en muchas ocasiones no pueden prestar tus servicios a todos.
¿Cómo podemos crear una sociedad donde las personas no estén tan preocupadas por envejecer, donde haya menos estereotipos con respecto a las personas mayores, más contacto intergeneracional y más oportunidades de ver a las personas mayores como activos y disfrutando de los espacios de ocio?
Crear espacios de ocio para personas mayores con movilidad reducida es entonces una necesidad. Más que una necesidad, una obligación, una deuda pendiente con las personas de la tercera edad, que llegaron a esa instancia del camino para disfrutar, y no sufrir, la vida.
Todos los esfuerzos por implementar las playas accesibles a lo largo de todo el territorio español, reivindican una vez más el importante lugar que las personas de la tercera edad tienen en la sociedad, un lugar donde la sabiduría y la experiencia adquirida durante el tiempo vivido, puede ser aprovechado por las futuras generaciones.
