Ha llegado el momento de volver, pero ¿dónde? ¿Cómo confrontas el retorno a las nuevas circunstancias? ¿Qué tal te relacionas con la incertidumbre? ¿Has tenido tiempo para la reflexión durante tus días de descanso? ¿Te has dado cuenta de algo valioso para ti?
La lingüista Louise Banks es el personaje protagonista en la película Arrival (Denis Villeneuve, 2016), para nosotros La llegada, que cuenta la venida a nuestro planeta de unos seres de otro mundo. A medida que Louise aprende a interpretar el idioma de los recién llegados, más profundiza en su habilidad: conocer el para qué.
Me vais a permitir que, aplicando la técnica del Coaching al cine, traiga este film a colación, pues, al igual que Louise Banks, todos tenemos la oportunidad de darnos cuenta de algo, tras la llegada de dos de los males escapados de la Caja de Pandora: enfermedad y muerte. Según la leyenda, la diosa griega contravino la prohibición de destapar su cofre y, al darse cuenta de lo que había provocado, lo cerró precipitadamente, dejando en su fondo algo muy valioso no liberado.
Se habla mucho en estos días de si hemos aprendido de la situación experimentada durante los últimos meses; de si nos ha servido para asimilar lo que fuera, o para tener una epifanía. Desde el Coaching os propongo un ejercicio de observación interna, individual. Sin dejar el mindfulness o atención plena como herramienta, se trataría de identificar cuál es nuestra actitud ante lo ocurrido en nuestro pasado inmediato.
Conocer el para qué
Confieso que me gustan los detalles, de los que muchas veces parto para llegar a principios auténticos para mí. Pongo un ejemplo: ir embozada con la mascarilla me impide mostrar una de mis interacciones favoritas, la sonrisa. Este detalle me ha llevado a preguntarme el para qué de lo ocurrido y de lo que me (nos) pasa en estos momentos. También me ha hecho preguntarme ¿qué puedo hacer yo ante esta situación?
Desde el Coaching te propongo varias preguntas:
A lo largo de este proceso de introspección os invito a evitar juicios y culpas, descubriendo los para qué propios de cada uno.
Enlazando con el principio, decir que tanto Louise como Pandora, las heroínas mencionadas, tuvieron su propia epifanía, se dieron cuenta de algo muy valioso no sólo para sí mismas, sino para el resto de la humanidad. De la primera no doy más detalles y no sólo por evitar el “spoiler” o revelación de alguna parte del film, sino porque el significado que cada uno le dé es precisamente el mejor regalo de la película.
En cuanto a la leyenda de Pandora, tras cerrar su caja dejó en el fondo un valioso don, la esperanza. Quizá sea por eso que, según la acepción popular, dicho valor “es lo último que se pierde”. Desde el Coaching te invito a que entrenes tu esperanza, a que construyas tu afirmación, tu mantra, teniendo en cuenta tan importante valor.
A propósito, comparto con vosotros la solución que le he dado a la sonrisa no vista: sigo sonriendo a todo el mundo, aunque la mascarilla me impida mostrarlo; pero además procuro hacerlo con los ojos, de modo que estoy redescubriendo una habilidad de la comunicación no verbal. Y creedme que resulta.
¡Feliz Llegada! ¡Feliz Coaching!
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