Aunque no suele hablarse mucho de ella, la disfunción eréctil en los mayores de 60 años es una patología frecuente que está infradiagnosticada.
Uno de cada cinco hombres en España sufre disfunción eréctil pero alrededor del 75% de los casos permanecen sin diagnosticar, según una revisión de estudios realizada por el Instituto de Cirugía Urológica Avanzada, ICUA.
“La disfunción eréctil afecta a un número significativo de hombres entre los 25 y los 70 años, aunque sigue infradiagnosticada y poco tratada por diferentes causas. Es fundamental acudir al especialista en cuanto aparecen los síntomas”, explica el doctor Luis Llanes, responsable del Área de Litiasis y Endourología en ICUA.
La DE se define como la incapacidad persistente para conseguir o mantener una erección lo suficientemente firme para mantener una relación sexual satisfactoria. Su prevalencia se incrementa con la edad: afecta al 8,6% de los varones de 25 a 39 años, al 24,5% entre los 50 y 59 años, y alcanza casi el 49% en hombres de 60 a 70 años, según datos del estudio EDEM (Epidemiología de la Disfunción Eréctil Masculina). Esto supone que cerca de dos millones de españoles en este grupo de edad la padecen.
A pesar de ello, más de la mitad de los afectados nunca ha consultado a un profesional por este problema, y solo un 23,4% ha recibido diagnóstico. El estigma social, la vergüenza y la preferencia por la automedicación son las principales barreras que retrasan la detección.
La erección es un proceso complejo que requiere la coordinación de factores vasculares, neurológicos, hormonales y psicológicos. Una alteración en cualquiera de ellos puede derivar en disfunción eréctil.
Causas orgánicas: enfermedades como la diabetes, la arteriosclerosis, el alcoholismo crónico, trastornos neurológicos o secuelas de cirugías pélvicas (especialmente tras el tratamiento del cáncer de próstata) pueden dañar nervios, arterias o tejidos del pene.
Causas psicógenas: en algunos casos, el origen principal está en el ámbito emocional. Estrés, ansiedad, depresión o miedo al fracaso influyen directamente en el rendimiento sexual.
El diagnóstico se basa en la historia clínica y los antecedentes médicos, complementados con pruebas específicas, como el test de tumescencia peneana nocturna, que permite diferenciar si la causa es orgánica o psicológica.
Portugal acoge, el 25 de septiembre, el primer congreso dedicado a la población mayor. …
Solemos relacionar la soledad con la sensación de vacío y con la necesidad de sentir…
Cansadas de esperar: campaña para dar visibilidad a una enfermedad poco conocida. La Asociación…
El envejecimiento podría comenzar en la fase embrionaria, según un estudio de la Universidad de…
En el programa de hoy, Farmacéuticos nos ayuda a adoptar las medidas necesarias para aliviar…
Madrid, reconocida como una nueva Zona Azul 2.0, por favorecer la longevidad. La ciudad de…