«El humor es el camino más rápido para llegar al cerebro»

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Así de convencido se muestra Antonio Dyaz, al explicar la esencia de Harkonnen Books, editorial que ha creado y que se ha fraguado al inicio del confinamiento, uniendo «placer y supervivencia», como él mismo asegura. Tras 30 años en el mundo de la cultura, Dyaz se embarca en este proyecto que quiere ser «una experiencia transmedia», para el que se nutre de sus amigos. Espíritu inquieto, como el de los creadores que ponen el corazón hasta en las cosas más pequeñas, Antonio Dyaz se muestra en esta conversación como un hombre que apuesta por aquello en lo que cree, que disfruta de ello ofreciendo un producto diferente y único. 

 

En la situación que estamos viviendo, ¿qué te lleva a embarcarte en la aventura de crear una editorial, seguir emprendiendo en el mundo de la cultura?

Básicamente me dedico a tres cosas: el cine, la música y la literatura. Tanto el cine como la música, a causa de la pandemia, han visto cómo las producciones, los conciertos se hayan parado, sobre todo el año pasado en marzo que es cuando se me ocurrió la idea de la editorial. Como la literatura es la otra pata de mi vida, me puse a desempolvar mis conocimientos de editor, porque ya lo fui en el año 2000 (con una pequeña editorial), y me propuse inventarme algo chulo que tuviera que ver con el escape de la realidad, que es lo que queríamos todos, y nos pusimos a trabajar para crear Harkonnen Books.

 

¿Qué viene a aportar Harkonnen Books al panorama cultural de nuestro país?

Como sabes, el mundo editorial está muy atomizado. Hay cuatro grandes grupos que acaparan el 90 % de lo que ves en las librerías y luego hay multitud de sellos pequeños, cada uno con su nicho vertical, su especialización y mucho amor. Yo he optado por mi agenda. Llevo más de 30 años en el mundo de la cultura y tengo muchísimos contactos de todo tipo y muchas de estas personas escriben. Algunas tienen libros publicados y otras pueden publicarlos. En Harkonnen Books la línea editorial no existe. Esta no es una editorial de ensayos, de poemas, de ciencia ficción. No. Es una editorial de los contactos de Antonio Dyaz. Voy tirando de mis amigos y tengo ya un montón de títulos en lontananza, me gusta trabajar con la gente que quiero. No nace con un ánimo de lucro porque nadie que esté en su sano juicio monta una editorial para forrarse (ríe). En mi caso se unió el placer y la supervivencia, porque como productor de cine todo se paró y también se canceló la gira con mi grupo de música El sueño de Hyparco. Y qué mejor cosa para hacer en una pandemia que sentarte a escribir y a publicar lo que escriben otros.

 

Además de ese matiz en cuanto a su línea editorial, ¿qué hace diferente a este sello?

Pues, en cuanto al formato del libro en papel es totalmente cuadrado, que es muy llamativo, la letra es muy grande y es algo que la gente agradece mucho. Voy introduciendo, paulatinamente, cada vez más códigos QR en los libros porque quiero que este proyecto llegue a ser una experiencia transmedia, que del libro puedas llegar a otros sitios, e incluso a generar unos podcast mediante inteligencia artificial. Es decir es un proyecto a largo plazo que irá creciendo poco a poco. Lo más difícil ya está hecho que es tener los tres primeros libros publicados, y los tres segundos ya están en el horno. Se trata un poco de unir todos los mundos, porque un libro como objeto parece algo del siglo XX o anterior, pero se puede simultanear con las nuevas herramientas de comunicación y de disfrute de la cultura.

 

Cuando uno puede tirar de su agenda para un proyecto así, eso dice mucho de tu trayectoria profesional.

Me gusta trabajar con amigos, no quiero ser un editor profesional que va cazando talentos. Eso no me interesa para nada a estas alturas de la vida. Y creo que toda mi agenda puede aportar una fantástica biblioteca con firmas muy interesantes y algunas muy sorprendentes. Llevo 30 años dedicados a la cultura, desde que con 18 años monté mi primer sello discográfico. Siempre he estado vinculado con el cine, la música y la literatura y en estos campos hay gente muy valiosa. Muchos de mis mejores amigos están ahí. Hay mucha gente que ha aportado mucho a mi vida y que, además, tienen muchas cosas que contar.

 

Hablemos de estos primeros títulos. Uno es tuyo, Asesino Binario, una novela muy peculiar con un protagonista que quiere huir de su realidad. ¿Necesitamos seguir escapando de lo que nos rodea?

Llevamos escapando desde que el hombre es hombre y la mujer es mujer. En cuanto tomas conciencia de en dónde estás te quieres ir a otro sitio. Lo decía Milan Kundera en el libro La vida está en otra parte. Es decir, sea donde sea donde estés y con quién estés, tú siempre quieres otra cosa. Mi protagonista es un tipo gordo, calvo, macilento que trabaja en la planta de deportes de El Corte Inglés, y un día decide que se quiere convertir en asesino. Se siente como un hámster en una rueda y decide cambiar, decide subirse al siglo XXI y elige ser un asesino que cobrará sus encargos en bitcoin, que imprime sus armas es 3D. A partir de ahí se desarrolla una historia alocada, frenética pero con un hilo conductor, poco a poco se va convirtiendo en asesino, él que no soporta ver la sangre porque se desmaya. Esta epopeya nos lleva a sitios como Turín, Madrid que es donde todo empieza, Benidorm, Tokio o Dubai. Este es mi libro 12 y mi cuarta novela.

«En Harkonnen Books la línea editorial no existe»

 

Una historia alocada, como dices, regada de un gran sentido del humor. ¿El entretenimiento es un claro objetivo?

El humor es el camino más rápido para llegar al cerebro. Es un libro que tiene mucho humor y también mucho sexo. Mezclando humor, sexo, aventuras, asesinatos, y la cantidad de barbaridades que suceden en el libro, el lector puede pasar un buen rato. Además, este libro está concebido para que se consuma en una hora, aproximadamente, y para que puedas tener la misma experiencia que si ves una serie.

 

Otro de los primeros lanzamientos es Poemas eléctricos, de Nuria Escribá. ¿Por qué poesía?

Este libro debería estar en todas las estanterías de todas las librerías. Nuria Escribá es una poetisa estupenda, que tiene unos poemas afiladísimos. Cuando la conocí a ella es cuando empecé a gestar esta editorial como un cajón desastre en el que la línea editorial no se otra que las personas que me han impactado. Sus poemas son brutales, son muy cortitos pero muy intensos. Este libro es como un buen café.

 

El otro título es Bar, de Caimán Montalbán, ¿por qué lo has elegido en este trío de arranque?

Bar se editó hace más de 20 años dentro de una colección que se llamaba El canto de la tripulación. El libro pasó un poco sin pena ni gloria por temas coyunturales. Y con la llegada de la pandemia todos hemos visto la importancia de la hostelería. Y me pareció una excelente idea el reeditarla. Hablé con Caimán y está encantado. Es más, está con un siguiente proyecto. Él es cantinero de La Catrina, el restaurante mexicano mítico de Malasaña, y pensamos que publicar esta novela podría ayudar al sector. Ha tenido muy buena acogida. Es una novela muy descarnada, muy Bukowski, pero Bukowski español y de la movida, con ese puntito cañero malasañero del ocaso de la movida. Es una novela muy divertida que te muestra todo aquello que tenían los bares, esa atmósfera canalla que a la vez que te engancha te repele, pero no puedes dejar de entrar y de salir.

«Qué mejor cosa para hacer en una pandemia que sentarte a escribir y a publicar lo que escriben otros»

 

¿Puedes avanzar cuáles serán los siguientes títulos que publicarás?

Sí. El árbol del inglés, de Roger Wolfe, poeta y escritor que tiene más de 50 libros publicados, que vive en España desde hace ya años y creo que es un libro que no va a dejar indiferente a nadie. Después está Habanamé, un libro de Fernando Sánchez Dragó, un guión cinematográfico de una película que nunca llegó a filmarse a finales de los años 90. Era una superproducción sobre las dos Cubas, que iba a protagonizar Andy García, que no llegó a realizarse y el guión, que es super divertido, se quedó ahí. Hablando con él decidimos publicarlo en formato facsímil y así será. El tercero es un libro de Julián Hernández, el líder de Siniestro Total, gran amigo que este año celebra el 40 aniversario del grupo. Una banda fundamental para entender la música en España. Yo había leído algún libro suyo, escribe muy bien, es un tipo muy divertido, muy ingenioso, y decidimos publicar Gina en Pyongyang.

 

Otra de las peculiaridades es este proyecto se descubre en el prólogo de los libros. Cuéntanos quién los firma y cómo consigues estas firmas.

Todos los prólogos de Harkkonen están escrito por personas que han fallecido hacer 20 o 30 años. Por ejemplo, el de Asesino binario lo escribe Frank Herbert que es el creador de la saga Dune, que es de donde nace el nombre de la editorial, y el libro de Nuria lo escribe Santa Teresa de Jesús, y Bar lo firma William Saroyan. En cuánto a cómo lo hacemos… solo puedo decir que mi agenda trasciende (sonrisas). Es un punto de humor también necesario en todo el proyecto.

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