Háblale a tu corazón

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Pensamientos, sentimientos, emociones, incluso las posibles rumias cotidianas, están en nuestro cerebro, el cual ha de estar al servicio del corazón. En éste se encuentra la serenidad, la paz, el sosiego, la conexión, lo profundo y la sensación de unidad. ¿Hace cuánto que no le hablas a tu corazón?

“Qué naturaleza tan innata la de ir contra una misma”, dice Ana Asensio, psicóloga experta en Neurociencia; “Desde pequeña las cosas que me ocurrían me llevaban a observar cómo se comportaba la gente; por ejemplo, había personas que criticaban, otras que gestionaban muy bien su tiempo y algunas que eran especialistas en amargarse la vida”.

Ana Asensio ha participado recientemente en el congreso virtual Encuentra sentido a tu vida, organizado por la coach Yolanda Martínez, de la plataforma Descubriendo quién soy; La psicóloga considera que “ser feliz es bienestar, estar en coherencia, en paz, a gusto”; pero también, pararse y reflexionar “esto tan terrible que me está pasando, ¿y si resulta que es mi mejor maestro de vida? Puede que en este momento no, aunque quizá más adelante”.

Considera esta experta en Neurociencia que el cerebro “ha de estar al servicio de tu ser, de tu corazón”; “Se trata de un órgano muy potente que, aunque válido para ello, no es capaz de tomar la decisión por sí solo”.

En él encontramos pensamientos, decisiones, rumiaciones y aquellas emociones más intensas, en las que interviene la química, tales como el enamoramiento, el placer, el miedo o el entusiasmo, que posteriormente se despliegan por todo el organismo.

“¿Qué es lo que está en el corazón?”, se pregunta en voz alta Ana Asensio, respondiéndose a continuación: “En el corazón encontramos la serenidad, el sosiego, la paz, la sensación de unidad, lo profundo, la conexión con la mente inconsciente, que puede ser muy útil para uno mismo”.

Tal conexión se establece mediante un ejercicio de confianza, silenciando nuestro ruido mental y dejando que el inconsciente nos ayude; “Se ha demostrado que el camino a seguir es más fluido para aquellas personas que hacen ese silencio, que ponen esa confianza en el inconsciente para conectarlo con la intuición”, dice la neurocientífica.

 

Cerebro o corazón

“No eres ni la que se levanta de ‘bajona’ un día, ni tampoco la superestrella que llega a todo; eres tú en toda su esencia”, dice Ana Asensio, que considera relevante la conexión entre mente y corazón; “Para conocernos auténticamente hay que ir al corazón, el lugar del ser profundo”; “Hablo de los sentimientos más nobles, limpios, puros y amorosos que toda persona tiene en su interior”.

Prueba de ello es que un bebé, al nacer, es pureza absoluta: “Para conocerse a una misma la primera sintonía está ahí”, dice la psicóloga; “No obstante, hay muchas capas por encima, ya que el ser humano es muy complejo”.

“Pensamiento y mente son funciones del cerebro; las emociones permiten saber qué hay en nuestra mente, para decirle al cerebro qué hacer o qué es lo que pasa en nuestra vida, para darle información”, dice Ana Asensio; “Así, puede indicarle que una determinada situación nos da rabia, pero ahora decide él”; “Esta capacidad de decisión es la que el cerebro demanda al corazón, al que pregunta qué es lo que hacemos; se nos ha olvidado esta necesidad”.

Es por esto que Ana Asensio nos invita a que “sin juzgar, con el corazón abierto y acogiendo lo que sintamos, sea contractivo o expansivo, pero sostener lo que haya”.

Un segundo paso se resolvería, según la psicóloga, “hay veces en las que hay que dejar ir, otras en las que hay que hacer, o no hacer, pero aceptar”.

Conexión con nuestro ser

Dice Asensio que el mundo tiene muchas oportunidades que quizá nosotros no siempre vemos por estar concentrados en lo que nos preocupa, aquello que está pendiente de resolver. Desde el Coaching te propongo reflexionar a propósito de los siguientes tips que esta experta neurocientífica ha compartido con nosotros:

  • Cerebro. No quiere ir contra nosotros y, aunque cuenta con altas capacidades, no sabe cómo solucionar algunas situaciones.
  • Vacío. Es importante tener acceso a ciertos vacíos, a esos momentos de nada, de hueco, “nothing box” (la caja del nada) que sean fértiles. Ello se debe a que nuestro cuerpo es como un armario: no puede llenarse si antes no se ha vaciado convenientemente. Asensio nos propone la emoción de la tristeza, pues “es la que mejor vacía y sirve para sacar, limpiar y ordenar nuestro interior”.
  • Mindfulness. Atención plena pero un paso más allá: el mindfulness transpersonal, esto es, atención plena al momento presente, sin juzgar y con el corazón abierto, acogiendo lo que hay en ese momento.
  • Abrazos. Según su duración, la práctica de dar abrazos tiene sus beneficios. Cuando abrazamos a alguien durante más de cinco segundos, empezamos a generar oxitocina, la hormona del amor. Los abrazos de doce segundos empiezan a tener funciones terapéuticas y si son de veinte segundos producen cambios positivos incluso en casos de trastorno clínico, de enfermedad.
  • Responsabilidad. Asensio nos propone tomar responsabilidad de nosotros, de lo que nos pasa ahora y tener inquietud de aprender, trascender y superarse.
  • Darse cuenta. Si hay algo que nos hace daño o que no podemos resolver, incluso hechos que repetimos una y otra vez, lo primero es tomar conciencia, darse cuenta de si deseamos vivir así. Sólo esta epifanía representa el 80% de nuestra sanación.
  • Encuentro. El gran encuentro es el de cada uno consigo mismo.

Como experta en Neurociencia, la psicóloga Ana Asensio nos propone un ejercicio final: “Cuando el cerebro se conecta a nuestro ser y nos escuchamos, poniendo nuestras capacidades al servicio de ello, nos convertimos en nuestros mejores amigos, nos conectamos con nosotros mismos y nos sentimos bastante nutridos, lo cual se refleja en lo que ofrecemos al mundo”.

Desde el Coaching te lanzo la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que deseas ofrecer al mundo desde tu corazón?

¡Feliz Conexión Cerebro-Corazón! ¡Feliz Coaching!

 

 

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