¿Cómo es tu amor propio?

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Decía la terapeuta familiar Virginia Satir que la autoestima se compone de dos elementos, como son sentirse digno de ser amado y considerarse capaz; hoy se sabe que nuestro nivel de autoestima no es estable, pues varía de acuerdo al desarrollo emocional y a la evolución del bienestar personal de cada cual; desde el Coaching te propongo entrenar el amor propio, conectando con quién eres, lo que deseas e identificando cuáles son tus habilidades y valores

¿Qué es lo más valioso para ti hoy?, ¿Qué áreas de ti te cuesta trabajo mirar?, ¿Cuáles son los síntomas emocionales que no te gustan?, ¿Quién eres?, ¿Qué es lo que deseas?, ¿Cuáles son tus límites?, ¿Y tus defectos?

Las respuestas a estas preguntas permiten conocerse mejor. A su vez, es el autoconocimiento uno de los pilares del denominado amor propio o autoestima, tal y como asegura Andrea Ortiz, terapeuta y coach Ontológica.

Esta experta ha participado en el congreso virtual Despierta tu Consciencia, organizado recientemente por Irina de la Flor, a su vez especializada en Coaching de la Consciencia y directora del proyecto Lo mejor de mí.

“En las redes sociales, la consecución del amor propio se plantea como una meta”, dice Andrea Ortiz; “Sin embargo, la autoestima es, antes que nada, un camino por andar, ya que es el de todos los días, estableciendo contacto con nosotros mismos, con lo que queremos y haciéndonos también responsables de lo que decimos, hacemos y no hacemos”.

Consciencia de uno mismo

Dice esta coach que el amor propio es la consecuencia de nuestros pensamientos y conductas, por lo que, para trabajarlo, “hemos de dirigirnos al origen, es decir, a nuestra manera de pensar y de actuar”; “En la medida en que una se conoce, se valora y se respeta va a hacerlo igual con los demás”.

En esta línea, Ortiz nos propone seguir los seis pilares de la autoestima, enunciados por el doctor en Psicología Nathaniel Branden y que da título a uno de los libros de este experto estadounidense.

Representado mediante un esquema piramidal, tiene una base denominada autoconocimiento, que da soporte al autoconcepto que, a su vez, sostiene la autoevaluación y así sucesivamente con la autoaceptación, el auto respeto y, en la cúspide piramidal, la autoestima.

Te invito a seguir el desarrollo de cada concepto, de la mano de Andrea Ortiz:

  • Autoconocimiento. Consiste en vivir con claridad quién eres, ser consciente de cómo tus acciones influyen en tus propósitos o benefician a tus valores y a tus metas por realizar. Andrea Ortiz nos propone las siguientes cuestiones: ¿Cuáles son tus roles? ¿Con qué recursos cuentas? ¿Cuáles son tus áreas de oportunidad? ¿Y aquéllas que tienes que trabajar?

“Es responsabilizarnos de aquello que hacemos, nos guste o no lo que veamos, siendo capaces de reconocer que todo ello existe”.

  • Autoconcepto. Guarda relación con la autoaceptación y la autovaloración; “Implica estar al lado de una misma, conocerse y tratarse con respeto, defendiendo el derecho a existir”, dice Andrea Ortiz; “Está relacionado con ser autocompasivos y los mejores amigos de nosotros mismos”.
  • Autoevaluación. Responsabilizarse de uno mismo supone tomar el control sobre las acciones, elecciones, acerca de la calidad de las relaciones y de cómo jerarquizar el tiempo. “A estas alturas, nadie vendrá a salvarte”, dice Andrea Ortiz; “Podemos pedir apoyo, pero sin olvidar que somos nosotros los responsables de lo que estamos dispuestos a hacer para lograr aquello que queremos”.
  • Autoaceptación. Tiene que ver con la autoafirmación, es decir, supone reconocer y asumir la propia forma de ser, de vivir de manera auténtica, con sentido de la identidad. “Incluso en una relación íntima podemos ser amables, amorosos, sin sacrificarnos ni traicionarnos”.
  • Auto respeto. Implica vivir con propósito. “El respeto por ti mismo lleva a satisfacer tus deseos personales, pero dándote tiempo para el autocuidado”, dice esta experta; “Es valorarse internamente y también frente a los demás”.

No obstante, vivir con propósito requiere un plan de acción, lo que a su vez conlleva cultivar la autodisciplina y el autocontrol; “Nuestra conducta debe concordar con nuestras metas y valores”, dice esta terapeuta, especializada en autoestima.

  • Autoestima. El concepto de amor propio se lee con la lente de la integridad personal, esto es, la congruencia entre palabras, acciones y valores, que han de estar alineados.

“La mayoría de las cuestiones relacionadas con la integridad son cotidianas, son pequeñas”, dice Andrea Ortiz; “si bien el peso acumulado de nuestras acciones y elecciones tendrá un fuerte impacto en nuestro sentido de la identidad”.

Perfiles de alta y de baja

“El nivel de autoestima no es estable, ya que va variando a tenor de nuestro propio desarrollo emocional y de bienestar emocional”, dice Andrea Ortiz; “Es por esto que el camino de la autoestima no describe una línea recta, sino un gráfico de altas y bajas”.

¿Cómo saber si se tiene una baja autoestima? Te invito a conocerlo a partir de los siguientes factores de identificación:

  • La persona piensa que no puede. Es como un tatuaje mental e inconsciente. Pone el reconocimiento en el exterior.
  • La persona siente miedo. Evita riesgos y permanece en la zona de confort. Teme comunicar cómo se siente y depende mucho de otras personas.
  • La persona se da por vencida. Antes incluso de iniciar cualquier proyecto o actividad.
  • No conoce, ni reconoce, sus emociones. Es difícil que muestre asertividad y no suele aceptar las críticas. Echa balones fuera, haciendo responsables a los demás.
  • La persona descuida su salud tanto física, como mental o espiritual.
  • Tiene miedo a decir que no. Su conducta es permisiva con los demás e hipercrítica consigo mismo.
  • Busca la perfección.
  • Teme expresar los propios gustos y opiniones, pues cree que los suyos tienen menos valor.
  • No se siente merecedora de las cosas buenas de la vida.
  • Permite que los demás le “pasen por encima”, por miedo al abandono o al rechazo.
  • Evita conectarse a sus verdaderos deseos.
  • Practica el autosabotaje, por temor a que su acción no sea perfecta.
  • No toma decisiones sin consultar a los demás, dejando de escuchar su propia voz y desconectando de sus valores.
  • Presenta nerviosismo y ansiedad ante los retos.
  • Siente culpa, por lo que se queda anclada y evita que tome responsabilidad.

Andrea Ortiz nos propone el autoconocimiento actualizado: “Partimos de un cambio en el diálogo interno, sumando aceptación y compasión hacia nosotros mismos”, pues “venimos a ser mejores, no se trata de una carrera para ver quién gana, sino de un trabajo diario, paso a paso”.

Mirar nuestros defectos con sentido de la compasión empática, sin castigarnos ni desear ser quienes no somos; dejar de compararnos, ya que cada uno somos únicos e irrepetibles y creer que desde aquí tenemos algo que ofrecer al mundo y a la vida pueden ser los auténticos logros para fortalecer nuestro amor propio, nuestra autoestima. Te invito a entrenarlos.

¡Feliz Amor Propio! ¡Feliz Coaching!

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